El martes, el día después del ataque, el menor de los hermanos Tsarnaev, Dzhokhar, estaba entrenando en el gimnasio de la Universidad de Massachusetts Dartmouth, escuchando música en su iPod, cuando entabló una conversación sobre los recientes atentados en el maratón con su compañero de estudios Zach Bettencourt, según explicó este último.
"Es una locura que esté pasando esto", dijo Tsarnaev según recordó Bettencourt. "Esto (el atentado) es tan fácil de hacer. Estas tragedias pasan todo el tiempo en Afganistán e Irak", agregó.
Esta conversación forma parte de los antecedentes que está utilizando el FBI para determinar la participación del joven en el ataque mortal, protagonizando después una espectacular huida que culminó con la muerte de su hermano y la internación del presunto terrorista en un hospital con heridas de bala.
Además de los movimientos previos de Dzhokhar, la agencia de investigaciones esta centrando sus indagaciones en un viaje realizado a Rusia el año pasado por su hermano mayor Tamerlan, donde habría pasado seis meses en la convulsa república caucásica de Daguestán, una zona en la que destaca la gran presencia del radicalismo islámico.
Ese viaje, junto con el interés de Rusia en Tamerlan, que se comunicó con las autoridades estadounidenses y el FBI en el 2011, ha planteado dudas sobre si se pasaron por alto algunas señales de peligro.
Fuente: Agencia Reuters