El alcalde de Washington, Vincent Gray, elevó la cifra de víctimas fatales hasta 13 y ocho heridos, como balance del tiroteo efectuado este lunes contra el cuartel de la Marina de la capital estadounidense. Además, ha revelado que "no hay evidencias" de que hubiera más de un tirador.
Gray ha aclarado que 13 personas han muerto, incluido el tirador, al que el FBI ha identificado como Aaron Alexis. Otras ocho han resultado heridas, tres de ellas por impactos de bala y el resto por contusiones.
La Policía de Washington está segura de que solamente hubo una persona implicada en el tiroteo.
"En estos momentos no hay ninguna evidencia de que hubiera otro tirador", aseguró Gray.
A pesar de ello, la jefa de la Policía de Washington, Cathy Lanier, ha indicado que los efectivos siguen buscando a un hombre negro de entre 40 y 50 años de edad vestido con ropa verde militar "para determinar su implicación en los hechos".
Interrogado sobre los motivos de este ataque, Gray ha admitido que "todavía son inciertos".
"No tenemos ninguna razón en estos momentos para pensar en terrorismo", ha aclarado, al tiempo que ha subrayado que "tampoco se ha descartado".
UN EX MILITAR TRASTORNADO TRAS EL 11 DE SEPTIEMBRE
El FBI ha solicitado la colaboración de la ciudadanía para recabar información sobre Aaron Alexis. Hasta ahora, las autoridades estadounidenses han podido determinar que el principal sospechoso del tiroteo tenía 34 años de edad y que en mayo de 2007 se alistó como reservista en la Marina, donde estuvo trabajando en los sistemas eléctricos hasta enero de 2011, cuando fue expulsado por mala praxis.
Desde entonces, estaba trabajando para el contratista civil Hewlett-Packard (HP) para los servicios de tecnología de la información de la Marina. Sus amigos han revelado que estaba enfrentado con HP por una cuestión de dinero.
Las primeras investigaciones apuntan a que Alexis consiguió entrar legalmente al cuartel de la Marina gracias a su tarjeta de identificación como trabajador de HP, aunque se desconoce si seguía trabajando para la empresa informática.
Alexis tenía un destacado interés en el budismo y la cultura tailandesa, además de ser dueño de un reseñable historial de problemas con la ley.
En 2004, según la policía de la ciudad de Seattle, en el Estado de Washington, Alexis salió una mañana con su abuela a dar un paseo. Iba cargado con un revólver del calibre 45, que terminó por usar contra el coche de un obrero.
Al parecer, el sospechoso estaba frustrado con los problemas de aparcamiento de la zona y por eso decidió disparar dos tiros contra el coche, que impactaron en la parte trasera, y uno al aire.
Además, según el relato de sus familiares más cercanos, Alexis quedó trastornado tras los atentados terroristas del 11-S en Nueva York, pues estuvo presente durante los ataques a las Torres Gemelas.
El padre del presunto autor de la matanza de ayer en Washington dijo en ese momento a la policía que su hijo arrastraba problemas asociados con el estrés post traumático de aquellos días, ya que fue un “participante activo” en las labores de rescate.
Sin embargo negó ayer a hacer declaraciones a la prensa sobre el suceso de Washington.