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EE.UU., centro de las iras

Ola de indignación se extiende por los países musulmanes por película satírica sobre Mahoma.

Mariángel Calderón

Jueves 13 de septiembre de 2012

No se lo imaginaron nunca. Pese a que la Primavera árabe terminó y Estados Unidos apoyó el proceso revolucionario contra las dictaduras de la zona, hoy el país del norte vuelve a ser el enemigo número 1, con ataques contra sus embajadas en Egipto, Yemen y Libia. Todo por una película que parodia la vida del profeta Mahoma.

Mientras Barack Obama decidió enviar dos buques de guerra a Libia para proteger a sus diplomáticos, la amenaza integrista de los musulmanes salafistas continúa expandiéndose, en lo que podría significar una nueva ola de violencia en la zona, esta vez, motivada por la religión.

Con Muamar Gadafi muerto, con Hosni Mubarack en la cárcel y con la renuncia de Alí Abdulá Saleh, los islamistas han ganado posiciones e influencia en la zona. Entre sus filas están los responsables del asalto contra el consulado de EE.UU. en Bengasi, donde murieron cuatro personas, entre ellas, el embajador Christopher Stevens.

Mientras Estados Unidos piensa que los ataques fueron planeados con anticipación, aún no han querido calificar los hechos de terroristas, debido a que la situación ocurrió en medio de una revuelta provocada por el filme "Inocencia de los Musulmanes", donde según los adherentes a ese credo, se profana la imagen del profeta Mahoma.

Tras el ataque Libia, llegó la respuesta en Egipto, donde los enfrentamientos culminaron con cuatro personas detenidas por irrumpir en la embajada estadounidense en El Cairo durante una manifestación por la cinta que mostraba a Mahoma, reportó una agencia de noticias local. Los choques han dejado más de 200 heridos en las calles aledañas de la emblemática plaza Tahrir.

El informe indicó que cuatro personas fueron transferidas a la fiscalía, y agregó que las fuerzas de seguridad todavía buscaban a otros cuatro sospechosos que escalaron los muros de la misión estadounidense. Algunos de los agresores habían logrado bajar la bandera de las barras y estrellas en la sede.

En Yemen, la situación es más tensa, y los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad se han extendido por varias horas. Al menos cuatro personas han muerto y 44 resultaron heridas a causa de las revueltas en las inmediaciones de la embajada de Estados Unidos en Saná.

CNN informó que de la cifra total de heridos, 34 fueron identificados por fuentes oficiales y testigos como miembros de las fuerzas de seguridad. Mientras que sólo 11 corresponden a manifestantes. Uno de los civiles se encontraría en estado crítico por los disparos de la Policía que, supuestamente, utilizó fuego real para dispersar a la multitud congregada junto al edificio diplomático.

Jóvenes manifestantes que gritaban "te redimimos, mensajero de Dios" rompieron ventanas de las oficinas de seguridad y quemaron vehículos antes de irrumpir por la puerta principal de recinto fortificado situado en el este de Saná. Otros llevaban pancartas en las que se leía "Alá es el más grande".

Respuesta en Occidente

Washington y Libia acordaron cooperar estrechamente en la investigación del ataque perpetrado contra el consulado en Bengasi. Los presidentes de ambos países, Barack Obama y Mohamed Magarief, hablaron en la noche del miércoles y "acordaron trabajar estrechamente en el curso de esta investigación", dijo la Casa Blanca.

El Ejército también está enviando un equipo de seguridad antiterrorista del cuerpo de marines para aumentar la seguridad en Libia, y Washington ordenó la evacuación de todo el personal estadounidense de Bengasi a Trípoli.

Obama también llamó al presidente egipcio, Mohamed Morsi, para hablar sobre las protestas en ese país y dijo que Egipto "debe cooperar con Estados Unidos para asegurar las instalaciones diplomáticas y el personal estadounidense", dijo la Casa Blanca.

"El presidente dijo que rechaza los esfuerzos para denigrar el Islam, pero subrayó que nunca hay justificación para la violencia contra los inocentes y los actos que pongan en peligro al personal y las instalaciones estadounidenses", agregó la Casa Blanca.

Morsi, inmerso en su primer viaje como máximo líder egipcio, aseguró que no permitirá ataques contra embajadas extranjeras en El Cairo, afirmando que el pueblo egipcio rechaza tales “actos ilegales”. En una rueda de prensa con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso -de quien espera conseguir 645 millones de dólares en ayudas para consolidar la frágil democracia en ese país-, comentó que condenó "en los términos más claros" el asalto mortal en Bengasi en su conversación con Obama.

El mandatario egipcio no perdió oportunidad para criticar duramente la película: "Condenamos fuertemente a todos aquellos que lanzan tales provocaciones y a quienes respaldan ese odio", señaló, al tiempo que reveló que había exigido a Obama que "ponga fin a esa conducta".