Pese a no contar con el apoyo del Parlamento Británico (que rechazó participar del plan de ataque) y Naciones Unidas, Estados Unidos ha informado que lanzará la ofensiva militar contra Siria.
Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca, confirmó que la ausencia de Reino Unido en el ataque no altera la decisión del presidente Barack Obama, aunque seguirán "consultado" con Londres. Sin embargo, recalcó que EE.UU. tomará sus "propias decisiones" según su "propio calendiario".
"Estamos interesados en negociar con la comunidad internacional. Pero la responsabilidad principal del presidente es ante el pueblo americano que lo eligió y al que tiene que proteger", explicó el portavoz, según consigna El Mundo.
Mientras la Casa Blanca rechaza las comparaciones con Irak aludiendo que en ese entonces "era una administración buscando pruebas para invadir un país con el objetivo de un cambio de régimen", Moscú sostuvo este jueves otra reunión en el Consejo de Seguridad que terminó sin acuerdos.