Han hecho falta 200 kilos de explosivos para demoler las cuatro chimeneas de 106 metros de altura y las calderas de 7.500 toneladas de la que era la mayor planta eléctrica de Florida (Estados Unidos).
La planta, perteneciente a la compañía eléctrica Florida Power & Light (FPL), estaba situada en Port Everglades y será sustituida por una nueva terminal más moderna y eficiente, según anunció la empresa. Llevaba en funcionamiento desde 1960.
FLP indicó que esta decisión se enmarca dentro de su "compromiso de cambiar el futuro de la energía en la Florida".
La planta eléctrica de Port Everglades será transformada durante los próximos tres años en "un centro de energía de ciclo combinado y de alta eficiencia, alimentada con gas natural producido en Estados Unidos", ha indicado la empresa en un comunicado.
La nueva central será un 35% más eficiente en el uso de combustible que su predecesora, disminuirá las emisiones de dióxido de carbono a la mitad y reducirá las emisiones al aire en más del 90 por ciento. Las instalaciones producirán suficiente energía para proporcionar electricidad a 260.000 hogares y negocios, mantendrán bajo el costo de la electricidad y crearán más de 650 empleos directos, señaló la compañía.