Ni los directores de cine con las mentes más retorcidas podrían haber imaginado la historia que por estos días impacta al estado de Florida, en Estados Unidos.
Esto, porque, tras meses de análisis, un grupo de especialistas encontró 55 cadáveres de niños que habrían sido asesinados al interior de un reformatorio clausurado en la localidad de Mariana.
La institución Arthur G. Dozier, que cerró sus puertas en 2011, estuvo a cargo del cuidado de cientos de niños que tenían problemas de conducta desde el año 1900.
Allí, según las autoridades que cerraron el recinto, los niños sufrieron diversas torturas y violaciones y, además, fueron forzados a efectuar trabajos forzados. Por eso, se cree, que muchos de los internados murieron en condiciones sospechosas.
Pese a que el reformatorio negó los hechos, los familiares de los pequeños que murieron allí, así como los ex estudiantes que sobrevivieron a las agresiones siempre han pensado que el recinto escondió la verdad sobre el fallecimiento de los menores.
Por eso, comenzó una investigación para exhumar a los cadáveres y establecer las causas de sus muertes, porque, sólo había en los registros 31 tumbas.
"Cuando comenzamos a excavar, encontramos muchos más cuerpos de los que esperábamos. Al final, conseguimos restos de 55 niños. ¿Quiénes son los demás chicos? ¿Por qué nadie sabía de ellos?", señaló uno de los especialistas a cargo de las exhumaciones.
Agregó, además que "durante los próximos dos meses nos dedicaremos a encontrar sus identidades, quiénes fueron y cómo murieron. Eran muy chiquitos, el más pequeño tenía 6 años".
De acuerdo al relato de sobrevivientes, los niños de raza negra eran los más violentados por las personas a cargo de reformatorio.
Los especialistas esperan avanzar en la investigación para entregar tranquilidad a las familias y cercanos de los pequeños muertos durante su estadía en el reformatorio.
Foto: Reproducción