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EE.UU.: piden desconectar a embarazada con muerte cerebral

La legislación del estado de Texas no permite poner fin a tratamiento para mantener la vida a pacientes en estado de gestación.

24horas.cl Tvn

Miércoles 15 de enero de 2014

Marlise Muñoz, una ciudadana de Texas de 33 años, sufrió una embolia pulmonar en la cocina de su casa a finales de noviembre. Fue declarada con muerte cerebral, pero se encuentra embarazada.

La familia y el esposo de la mujer han presentado una demanda contra el hospital en el que permanece ingresada, para que la justicia apoye su voluntad de desconectarla del respirador artificial que le mantiene con vida.

La legislación en Texas no permite que una mujer en estado de gestación sea desconectada. Sin embargo, la familia alega que Marlise siempre se había opuesto a mantener la vida de manera artificial. Además, aseguran, durante la embolia el feto también sufrió daños.

Fue su marido, Erick Muñoz, quien la encontró inconsciente en su casa, el pasado 26 de noviembre. Entonces tenía 14 semanas de embarazo, a la espera de su segundo hijo.

Desde el accidente, la familia consideró inhumano que el feto siguiera creciendo bajo esas circunstancias, en un cuerpo clínicamente muerto y sin un funcionamiento correcto. Además, aseguran que el embrión sufrió la misma falta de oxígeno y las mismas sacudidas eléctricas que la madre, provocándole serios daños.

Por ello, han solicitado ante la justicia que el hospital suspenda el tratamiento de soporte de vida y les entregue su cuerpo para organizar un funeral. Se oponen a una "mutilación cruel y obscena de un cuerpo muerto en contra de la voluntad expresa de la difunta y su familia", según consta en la demanda.

El hospital se niega a dejarla morir, amparados por la legislación vigente en Texas. "La ley de este estado señala que no puedes negar o retirar el tratamiento de soporte de vida a una paciente embarazada. Es así de claro", aseguró la vocera, J.R. Labbe.

La ley, aprobada por el Congreso de Texas en 1989 y modificada en 1999, establece que nadie puede poner fin a un tratamiento para mantener la vida artificialmente de una paciente gestante.