Andy López, un menor de origen hispano de 13 años, jugaba con una pistola de juguete en la calle. Dos policías del condado de Sonoma, en California (Estados Unidos), lo vieron. Pensando que se trataba de un arma real, comenzaron un tiroteo que terminó con la vida del adolescente.
Los dos policías han sido ahora apartados temporalmente de sus puestos, mientras se investiga el desgraciado incidente en el resultó muerte, sin razón alguna, este adolescente.
El niño portaba un arma de juguete, de un amigo suyo, que las autoridades locales han descrito como una réplica en plástico de un rifle de asalto AK-47.
Sobre las 3 de la tarde (hora local), los policías vieron a Andy caminando con lo que parecía un arma real. Pidieron refuerzos y salieron del vehículo, ordenando al menor que tirara el arma al piso.
El menor se giró lentamente hacia ellos. "Uno de los agentes describió que a medida que el sujeto se giraba hacia él, el cañón del rifle de asalto se estaba alzando y enfocando en su dirección. El agente temió por su seguridad, la de su compañero y la de los miembros de la comunidad residentes en el área. Creía que el sujeto iba a dispararle a él o a su compañero”, asegura el informe policial.
Entonces, "el agente disparó varias veces con su arma de servicio al sujeto, hiriéndole al menos una vez". Andy cayó inmediatamente al suelo y fue declarado muerto en el mismo lugar poco después.
Tras la balacera, los uniformados se acercaron al cuerpo del menor y descubrieron que el rifle era una réplica de un arma de asalto y que el niño llevaba también una pistola de plástico adherida a su cinturón.
Las autoridades no han revelado todavía las identidades de los dos policías implicados, que han sido suspendidos hasta que termine la investigación.
En una conferencia de prensa celebrada este miércoles, el departamento de policía de Santa Rosa exhibió la réplica que portaba López y un rifle AK-47 real, para mostrar la similitud entre ambas.
