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El 11-S número 11

Barack Obama guardó un minuto de silencio en la Casa Blanca.

Mariángel Calderón

Martes 11 de septiembre de 2012

Miles de personas se reunieron este martes en Nueva York, Washington y Pensilvania para recordar el undécimo aniversario de los ataques del 11 de septiembre, pero en la principal zona de este sombrío día, el sur de Manhattan, este año se prescindirá de un aspecto clave en años pasados: las voces de los políticos.

En años anteriores, políticos como presidentes, gobernadores y alcaldes de la ciudad de Nueva York han participado en la lectura de los nombres, o han leído la Biblia o recitado pasajes literarios.

Este año, sólo las familias de las más de 2.750 personas que murieron cuando secuestradores islamistas estrellaron dos aviones de pasajeros contra las Torres Gemelas, causando su colapso, aparecieron en el podio para leer los nombres de las víctimas de la tragedia.

Los políticos pudieron acudir, pero según las normas establecidas en julio por el Museo Nacional del Recuerdo del 11 de septiembre, presidido por el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, ninguno hablará o participará en la lectura de los nombres. La secretaria de Interior, Janet Napolitano, acudió a la ceremonia de Nueva York este año.

A las puertas del Pentágono, donde más de 180 personas murieron cuando un avión de pasajeros se precipitó contra el edificio, el secretario de Defensa, Leon Panetta, expresó sus condolencias a las familias en un emotivo discurso.

Tras él, el presidente Barack Obama expresó que "el verdadero legado del 11 de septiembre no será el miedo ni la guerra, será el de un mundo mejor y más seguro". Señaló, además que "por muy doloroso que siempre será este día, nos deja una lección y esa es que nada puede cambiar quienes somos".

El vicepresidente Joe Biden participó de una ceremonia en Shanksville, Pensilvania, donde 40 pasajeros de un avión de United murieron cuando el aparato se estrelló después de que los pasajeros se rebelaran contra los secuestradores.

"Cómo manejemos el legado de esas 40 personas y lo que hicieron, lo que impidieron que ocurriera, es realmente más una afirmación sobre nosotros mismos, sobre lo que valoramos como sociedad", dijo Patrick White, actual presidente de las familias del Vuelo 93.

El primo de White, Joey Nacke II, fue uno de los pasajeros que entraron en la cabina.

Las autoridades estadounidenses dicen que los secuestradores de Al Qaeda tenían previsto estrellar el avión contra el Capitolio en Washington.

Fuente: Agencia Reuters