La temperatura del descontento social sigue elevándose sin freno en Egipcio.
Decenas de miles de personas se manifiestaron en la noche del martes frente al palacio presidencial en El Cairo, protestando contra el borrador de Constitución que prevé unos discutidos poderes especiales para el presidente, Mohamed Mursi.
El Ministerio de Salud informó de que 35 manifestantes resultaron heridos en los enfrentamientos con la policía, mientras que desde el Ministerio del Interior se aseguró que 40 agentes resultaron heridos cuando la multitud intentó saltar las vallas papales y llegar al palacio, de donde escapó Morsi por temor a que la masa asaltara el edificio.
Según fuentes presidenciales, Mursi regresó este miércoles al palacio, a pesar de que hay unas 200 personas acampadas junto a una de las entradas del complejo, situado en el distrito norteño de Heliópolis.
El resto de la ciudad estaba en calma tras las protestas de la noche, pero la crisis por decreto del 22 de noviembre que da poderes especiales a Mursi, dejando sus decisiones fuera del alcance del poder judicial, está lejos de extinguirse.
El líder islamista asegura que sus decisiones pretenden evitar que los tribunales hagan descarrilar el proyecto de Carta Magna que debe ser votado en referéndum el próximo 15 de diciembre. Según afirma, tras esta votación el decreto sería retirado.
"Nuestras demandas al presidente: retirar el decreto presidencial y cancelar el referéndum sobre la Constitución", aseguraba una pancarta colgada por los manifestantes en la puerta del palacio.
La multitud se congregó en los que los organizadores calificaron como la "última advertencia" a Mursi. "¡El pueblo quiere la caída del régimen!", gritaron, repitiendo el lema que destacó en 2011 para derrocar a Hosni Mubarak.