El Ejército egipcio llamó a los partidarios del depuesto presidente Mursi a abandonar su protesta, asegurando que no tolerará "ninguna amenaza contra la seguridad nacional", tras la muerte de más de 50 personas en el intercambio de disparos a las puertas del cuartel general de la Guardia Republicana.
"No vamos a permitir ninguna amenaza contra la seguridad nacional egipcia sean cuales sean las circunstancias", aseguró el portavoz del Ejército, Ahmed Ali.
En su llamado convocó a abandonar las movilizaciones prometiendo a los manifestantes que siguen acampados en varios lugares en El Cairo que no habrá "ninguna medida" contra ellos.
En una rueda de prensa presidida por una enorme tensión, Ali y un portavoz de la policía han acusado a un grupo desconocido de hombres armados de haber iniciado los enfrentamientos, y aseguraron haber repelido la agresión "de acuerdo con la ley".
"PROVOCACIONES" AL EJÉRCITO
Alí presentó imágenes y vídeos que muestran supuestamente a hombres arrojando molotov y piedras a las fuerzas de seguridad.
El portavoz del Ejército criticó las "provocaciones" por parte de líderes islamistas, a quienes no ha identificado, para incitar a los manifestantes a atacar instalaciones del Estado.
"Un grupo armado atacó el perímetro del cuartel. El personal encargado de la seguridad fue atacado con munición real y balines, mientras otros trepaban sobre los muros para arrojar desde allí piedras, cócteles molotov, explosivos y material pesado", expresó.