El veterano político Beji Caid Essebsi, de 88 años, fue electo presidente de Túnez, cuatro años después de la caída de Zine el Abidine Ben Alí en 2011, como consecuencia de la movilización popular.
Essebsi, un ex primer ministro, ganó las elecciones presidenciales con 55,68% de los votos, por delante del presidente saliente Moncef Marzouki, anunció este lunes la comisión electoral (ISIE). Se desconoce cuándo asumirá la presidencia.
La participación alcanzó el 60,1% de las personas habilitadas para votar.
Essebsi, un declarado partidario del laicismo del Estado, había sido nombrado primer ministro provisional en febrero de 2011.
Condujo a su país con mano firme hasta las primeras elecciones libres de su historia, en octubre de ese año, que ganó el partido islamista Ennahda.
Su carrera es dilatada. Fue ministro de Interior, de Defensa y de Relaciones Exteriores con el primer presidente y padre de la independencia, Habib Bourguiba. Luego fue presidente del parlamento en 1990-1991 bajo Zine el Abidine Ben Alí, el mismo líder que apartó a Bourguiba del poder.
Por todo ello ha sido acusado por su rival en las elecciones de ser un simple producto del antiguo régimen, que se derrumbó en enero de 2011, tras unas históricas revueltas populares que dieron nacimiento a la Primavera Árabe.
Los partidarios de Essebsi ya habían festejado en la noche del domingo frente a la sede de campaña del candidato en la ciudad de Túnez.
Su elección también provocó la cólera de algunos de sus adversarios. En el sur del país, en El Hamma, se registraron choques con la policía en la noche del domingo. Nuevos enfrentamientos tuvieron lugar en las primeras horas de la tarde del lunes, dejando policías heridos, según el ministerio del Interior.
Por su parte, Marzouki "felicitó" al presidente electo "por su victoria en la elección presidencial", indicó el director de campaña del mandatario saliente.
Essebsi será el primer presidente electo democráticamente desde la independencia del país en 1956.
Habib Bourguiba, el primer presidente, y Zine el Abidine Ben Alí, que en enero de 2011 escapó a Arabia Saudita huyendo de una revolución popular, recurrieron siempre al fraude o al plebiscito. Marzouki, por su lado, fue elegido en 2011 por la Constituyente con el apoyo de los islamistas de Ennahda.
Con estos comicios, los tunecinos esperan sellar cuatro años de difícil transición, desde la caída en enero de 2011 de Ben Alí.
La campaña presidencial fue muy dura, ya que los dos candidatos no dejaron de cruzarse ataques e insultos.
Marzouki se presentó como el defensor de la revolución frente a los partidarios del régimen de Ben Ali, y acusó a su rival de estar preparando un fraude.
Essebsi se ha presentado como el hombre providencial, y ha dicho ser el único capaz de reparar los errores del partido islamista Ennahda, en el poder de 2012 a comienzos de 2014, y de su aliado Marzouki.
Los poderes del futuro jefe de Estado se han visto muy limitados en la Constitución adoptada en enero de 2014, para evitar una vuelta al autoritarismo.
Ahora el partido de Essebsi, Nidaa Tunes, deberá formar el próximo gobierno, buscando una coalición, ya que carece de mayoría absoluta en el Parlamento.
Fuente: AFP
Foto: Reuters