El asesino en masa Anders Behring Breivik hizo el martes un saludo nazi en el inicio de un proceso judicial en el que acusa al Estado noruego de un trato inhumano, al mantenerlo en aislamiento después de matar a 77 personas en 2011.
El militante de extrema derecha apareció en público por primera vez desde su juicio en 2012. En este tiempo, ha sido visitado solo por su madre, quien murió de cáncer en 2013.
Vestido con un traje negro, camisa blanca y corbata dorada, el asesino en masa de 37 años levantó su brazo derecho para hacer el saludo nazi al momento de entrar al tribunal. Posteriormente no dijo nada.
Breivik es considerado demasiado peligroso para que el proceso se llevara a cabo en Oslo, por lo que se creó un improvisado tribunal en el gimnasio de la prisión donde el asesino se encuentra detenido en la ciudad de Skien.
Breivik argumentará en el juicio que su aislamiento en la cárcel de Skien viola la prohibición de dar un "trato inhumano y degradante", que se enmarca en el Convenio Europeo de Derechos Humanos, y que su reclusión lo priva del derecho a tener una vida familiar. "Quiere contacto con otras personas", dijo a periodistas su abogado, Oeystein Storrvik, antes del inicio del juicio que se extenderá entre el 15 y 18 de marzo.
El fallo del juez se conocerá en las próximas semanas.
Breivik mató a ocho personas con una bomba en Oslo el 22 de julio de 2011 y asesinó poco después a otras 69 en una isla cercana, muchas de ellas adolescentes. Está cumpliendo la condena máxima de Noruega de 21 años, la que puede ampliarse.
Las autoridades noruegas destacaron que en un manifiesto sobre sus puntos de vista antimusulmanes, Breivik escribió que "las cárceles son consideradas un escenario ideal para para el reclutamiento con fines políticos". Storrvik podría llevar el caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos si fracasa en los tribunales noruegos.