Click acá para ir directamente al contenido

El drama de las princesas que viven encerradas en palacio

“Estamos bajo arresto domiciliario absoluto, siguen sin dejarnos salir y ni siquiera nos ofrecen comida", denuncian las hijas del rey Abdalá de Arabia Saudita.

24Horas.cl TVN

Domingo 8 de junio de 2014

Se nos están acabando las provisiones; quieren matarnos de hambre hasta que claudiquemos”, asegura la princesa Sahar, quien junto a su hermana Jawaher denuncian que son víctimas de secuestro por parte de su padre, que n o es otro que el rey Abdalá de Arabia Saudita, quien las mantiene encerradas desde hace 13 años.

Su madre, Alanoud Alfayez, incluso ha hecho un llamado al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para que interceda por ellas.

“Como madre espero que sea capaz de liberar a las cuatro hijas detenidas por su padre, el rey, hace ya más de 13 años”, implora la princesa Alanoud en un mensaje enviado a la cuenta de Twitter de Obama.

La mujer intentó llevar esta historia a The New York Times y The Washington Post, pero ambos medios la rechazaron. No así El País de España, que lleva en destacado el drama de estas jóvenes y el esfuerzo de su madre por revertir la decisión del monarca.

Alanoud está divorciada desde 2001 de Abdalá, con quien la casaron cuando apenas tenía 15 años. Hoy tiene 57 y ha hecho pública la situación de sus hijas al ver que el tiempo pasaba y no lograban encontrar una salida.

“Reciente privación de comida a dos de mis hijas, demostración de fuerza del rey, ejemplo para asustar a EEUU, apoyar a un sanguinario TIRANO árabe le empequeñece (a usted)”, fue otro de los recados de la mujer a Obama.

“Estamos bajo arresto domiciliario absoluto, siguen sin dejarnos salir y ni siquiera nos ofrecen comida, que en cualquier caso rechazaríamos porque en el pasado nos han puesto drogas en el plato”, relató Sahar a EL PAÍS.

Sahar, de 42 años, y Jawaher, de 38, viven juntas en unas descuidadas dependencias dentro del complejo palaciego de Al Murjan, en Yeddah. Hace un par de años que no han visto a sus otras dos hermanas, Maha, de 41, y Hala, de 39, a quienes creen encerradas en otra casa y por cuya salud temen.

Hasta ahora, Sahar y Jawaher podían salir a comprar alimentos y otras necesidades cada dos meses, pero a raíz de que periodistas del periódico español intentaron contactarlas en marzo, ya no pueden abandonar las dependencias.