Sin acuerdos terminó la cuarta reunión entre las delegaciones de Rusia y Ucrania para intentar poner fin a la guerra que se extiende por dos semanas.
Los cancilleres Serguéi Lavrov (Rusia) y Dmitro Kuleba (Ucrania) se reunieron en Turquía para tener negociaciones más avanzadas, sin embargo, fue descartado un alto al fuego y siguieron las dudas respecto a los corredores humanitarios.
Lavrov se mostró duro con occidente, poniendo en jaque las futuras relaciones con el gigante europeo considerando el transcurso del conflicto.
Descartó "cualquier dependencia futura de Occidente", dijo, agregando que "sabemos que nos traicionará de nuevo, como traiciona sus propios valores".
Asimismo, no descartó una posible reunión entre Vladimir Putin y Volodímir Zelenski, asegurando que el primero sí está dispuesto a realizar la instancia.
Lavrov afirmó que Putin está dispuesto a un encuentro con Zelenski si esta reunión aporta un "valor añadido" y no se organiza tan sólo por celebrarla.
Por su parte, Ucrania dijo que Moscú seguirá con la ofensiva militar solo si se cumplen las condiciones impuestas.
"La narrativa amplia que me ha transmitido es que (Rusia) seguirá su agresión hasta que Ucrania cumpla sus demandas. Y esa demanda es la rendición, y eso no es aceptable", manifestó Kuleba.
"Ellos buscan la rendición de Ucrania. Ucrania es fuerte, está luchando", dijo el ministro, quien aseguró que su país está dispuesto a buscar soluciones pero no a rendirse", sentenció.