La presidenta argentina Cristina Fernández vivió un tenso momento en medio de las protestas a nivel nacional contra su gobierno en pleno camino hacia las elecciones legislativas de octubre.
La mandataria se vio particularmente incómoda ante un niño de un colegio de Avellaneda con el que conversó vía videoconferencia como parte de una actividad en la que entregó la ‘netbook’ número 3 millones de programa “Conectar Igualdad”.
“Mi papá trabaja de camionero”, respondió el menor a una consulta de la mandataria. Tras esa respuesta, ambos lados de la videoconferencia se vieron invadidos de risas y murmullos de los asistentes.
Previamente, el menor dijo que quería ser maestro, lo que fue celebrado por la mandataria en medio de las palmas del auditorio.
"Muy bien, y vos querés ser docente, muy bien. También puedes ser camionero, está bien, muy bien. ¡Vamos todavía, Marcos, vamos todavía! ¡Grande! Y son las cosas de la vida, ¿viste?”, replicó Fernández para luego mandar saludos a los padres del menor.
Esta situación llamó mucho la atención por suscitarse en medio de la protesta de del gremio de camioneros.