El británico de 52 años, Geoff Edwards, vivió en las calles de Cambridge por 10 años luego de perder su trabajo y entrar en depresión, pero su pasión por los libros lo llevó a ser aceptado en la prestigiosa Universidad de Cambridge.
Edwards recibió la noticia de su admisión por parte del selectivo centro académico, donde cursará la licenciatura en Literatura inglesa. "Es la primera vez que estoy orgulloso en mi vida", dijo emocionado.
"No puedo decir que esto sea con lo que siempre he soñado, porque, en realidad, ni siquiera pensaba en la universidad", confesó en una entrevista al medio The Guardian.
Además, Edwards reconoció que "no conocía a nadie que hubiera ido a la universidad".
Su vida en las calles
A pesar de perder su empleo hubo algo que jamás se distanció de él: la lectura.
Su padre trabajaba como cartero y su madre era empleada en una oficina, pero en su casa siempre había libros.
Aprendió este valioso hábito desde ellos, quienes le inculcaron esa afición cuando residían en Liverpool. Los libros lo ayudaron a mantener el ánimo durante épocas en las que tuvo que hacer trabajos en el sector agrícola, intentando no morir de hambre.
Geoff reconoció que contaba con pocas perspectivas de trabajar en Liverpool, por lo que terminó abandonando la ciudad sin planes de estudiar.
En ese entonces, sin un trabajo estable y realizando algunas labores esporádicas muy alejadas de su pasión, el hombre cayó en depresión.
En su vuelta a Cambridge, comenzó viviendo en edificios ocupados o en la calle, y también recogía libros en las bibliotecas y en las tiendas de caridad, como "manera de escapar" de su realidad.
Gracias al apoyo de organizaciones benéficas, el hombre empezó a vender ejemplares del Big Issue, un periódico estructurado por personas sin hogar, a fin de reincorporarse al mercado laboral y a la sociedad.
Pero su vida dio un giro sorprendente. Hace tres años este hombre comenzó un curso en uno de los Colegios de Cambridge, en el que obtuvo excelentes calificaciones en todas las materias. Por ello, un profesor de la casa de estudios le recomendó que intentara obtener una carrera, algo que finalmente logró.
"Cuando me enteré, estaba extasiado, fue absolutamente brillante y sabía que estaba en el camino correcto", finalizó el mendigo que podrá ser en un futuro un destacado profesor de Literatura inglesa.