Probablemente pueda ser la reversión postmoderna de la bíblica historia de David versus Goliat: Un hombre que se enfrentó a una columna de tanques blindados en la avenida de Chang'An el 5 de junio de 1989.
Se trata del día después de la dolorosa masacre en la plaza de Tiananmen, cuando dirigentes políticos del Partido Comunista chino dieron la orden de abrir fuego en contra de jóvenes manifestantes que expresaban su preferencia por la democracia, repudiando al régimen dictatorial que hasta hoy, se mantiene en China. El saldo fue un centenar de muertos.
El temerario sujeto de la foto es el "Hombre del Tanque", único nombre con el que se conoce a este misterioso personaje que se convirtió en protagonista del registro gráfico más influyente de la historia contemporánea.
Desde los balcones del Hotel Beijing que dan hacia la plaza de Tiananmen, la imagen fue tomada por al menos tres reporteros gráficos: Jeff Widerner de la agencia Associated Press (AP); Charlie Cole de la revista Newsweek y Stuart Franklin para la revista Time.
Jeff Widener de AP, relató a la agencia EFE que "es un milagro" que su fotografía se vea nítida a pesar de los numerosos problemas técnicos que tuvo con su cámara. Aún se lamenta que no le haya alcanzado para ganar el premio Pullitzer en 1990, instancia en la que fue finalista.
Otro acercamiento a este histórico momento, es el de Stuart Franklin de Time. La composición de su toma es mucho más amplia y se alcanza a apreciar un bus calcinado, probablemente, restos de las protestas de días anteriores que tuvieron el trágico desenlace que ya la historia conoce.
Por su parte, las cadenas televisivas BBC y CNN también registraron ese momento de tensión en donde un joven, aparentemente, de vuelta de las compras, se atraviesa en el camino de una línea de tanques que iba por una de las principales avenidas de la capital china.
En el registro audiovisual se puede apreciar cómo el temerario sujeto se encarama a uno de los tanques e intercambia palabras con los soldados que iba a su interior.
Al finalizar la toma, un grupo de sujetos lo saca de escena.
Desde ahí, nunca más se supo de él.