"Sólo quiero que todas vuelvan a casa, donde estén, que vengan a casa. Eso es lo que quiero".
Esas fueron las palabras que Christopher Watts, más tarde apodado "el Monstruo de Denver", dijo a la policía tras la desaparición de su esposa y sus dos pequeñas hijas en agosto de 2018. Un día después de la entrevista le arrestaron como sospechoso y meses después fue hallado culpable.
Esta semana la Oficina de Investigación de Colorado publicó un audio con las entrevistas que entregó a las autoridades, parte de las cuales fueron reproducidas en medios de comunicación estadounidenses.
Entre los detalles que entrega Watts está la razón por la que asesinó a quienes componían su familia. El hombre indica que tuvo una discusión con su mujer Shanann ya que ella sospechaba que tenía una amante.
Según Christopher, su esposa mencionó que se iría y evitaría que él pudiese tener contacto con sus hijas. En su relato indica que esto le hizo perder el control y golpear y estrangular a Shanann.
Los ruidos de la pelea atrajeron entonces a sus hijas Bella y Celeste, a quienes asfixió usando un trozo de tela que también utilizó para esconder el cadáver de su esposa en su camioneta, vehículo al que subió los cuerpos de sus pequeñas. Después, el hombre escondió los cadáveres en el sitio en que trabajaba, indica Clarín.
Cabe indicar que Christopher Watts no recibió pena de muerte ya que la familia de su esposa solicitó una pena de cárcel en su lugar. El hombre fue sentenciado a una triple cadena perpetua, además de 48 años de cárcel por interrupción de embarazo (ya que su esposa tenía 15 semanas de gestación) y 36 años por la manipulación de los cadáveres de sus víctimas.