Desde la cárcel, Jeremy Meeks sigue sorprendido por la atención mediática que está recibiendo su caso.
Este joven, bautizado como el "preso más guapo del mundo", se muestra abrumado por todo lo que está pasando.
Todo comenzó por la difusión de su foto a través de redes sociales. La policía de Stockton, al este de San Francisco, en California (EE.UU.), la subió a Facebook. Desde entonces, se ha convertido en una celebridad.
"Aprecio la atención, pero sólo quiero que sepan que no soy realmente esto", ha asegurado en declaraciones a la cadena de televisión estadounidense ABC. "No soy un ladrón", ha añadido.
Los medios estadounidenses aseguran que incluso su mujer está disgustada por todos los comentarios surgidos en las redes sobre su marido. La esposa, que cuida del hijo de ambos, "está furiosa", según afirmó Simone Johnson, un amigo del reo a la cadena CBS.
"Su marido está en prisión y todo el mundo se lo está tomando a broma, pensando que es divertido hablar de su físico y diciendo toda clase de tonterías", ha asegurado.
Meeks tiene condenas previas por sus vínculos con los "Crips", una de las pandillas más extensas y violentas de Estados Unidos. Meeks lleva la palabra "Crip"s tatuada en su antebrazo.
Pero su familia insiste en que él dejó atrás todo eso hace años y que ahora llevaba una vida estable con su mujer y su hijo. "Es un chico responsable que fue detenido cuando acudía a su puesto de trabajo", dijo su madre. "Es encantador y un buen hijo. Por favor, ayúdenme a sacarlo de la cárcel", concluye.
El portavoz de la policía de San Francisco, José Silva, aseguró que Meeks "es uno de los criminales más violentos del área de Stockton".