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Interrogan al cuervo

Ayudante del Papa aún continúa contratado por la Santa Sede.

Mariángel Calderón

Miércoles 6 de junio de 2012

El escándalo por la desaparición de decenas de documentos en El Vaticano sigue creciendo. La crisis tiene en el ojo público a un mayordomo del Papa Benedicto XVI, quien sería el responsable de haber filtrado la información a la prensa.

Cumplidas dos semanas de su captura, Paolo Gabriele, de 46 años, está confinado en una celda de seguridad de la Gendarmería Pontificia de la Santa Sede. Allí ha sido interrogado ya dos veces por el juez Piero Bonnet, en presencia de sus abogados, Carlo Fusco y Cristiana Arru. La fiscalía debe decidir ahora si tiene pruebas suficientes para ordenar que el mayordomo arrestado el 23 de mayo sea juzgado acusado de robo.

Lo llamativo del caso es que, sin bien parece haber pruebas suficientes para inculpar a 'Paoletto' -se encontró gran cantidad de documentos reservados en su vivienda-, El Vaticano aún mantiene su sueldo y le permite ir a misa cada vez que lo solicite.

Gabriele, que tiene doble nacionalidad vaticana e italiana, sería el responsable de haber dado a conocer los secretos mejor guardados de la Santa Sede. Desde la misteriosa desaparición de una niña de quince años hace tres décadas, hasta detalles de los escándalos sexuales del líder de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, fueron hechos públicos por los medios de comunicación gracias a los documentos, presuntamente, entregados por el mayordomo "soplón" del Vaticano.

El caso tiene en vilo a la sociedad italiana y al mundo entero, sobre todo por las distintas versiones que aparecen cada día en los medios, que se han convertido en un hervidero de rumores ante la clásica impenetrabilidad de los muros vaticanos.

Así, el canal de televisión TGCom (propiedad del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi) afirmó que 'Paoletto' abandonará pronto El Vaticano. "Un alto prelado del Vaticano" indicó que el mayordomo ha contado todo lo que sabe y sería "desterrado" fuera de Roma, "a una región del territorio italiano", según recoge el diario Clarín. La condición previa sería que Gabriele pidiera formalmente perdón al Papa, que se lo concedería antes de expulsarle del pequeño Estado Vaticano.

'Paoletto' gozaba de la máxima confianza del Pontífice y formaba parte de la llamada "Familia Pontificia", un reducido grupo de nueve personas con acceso exclusivo a los apartamentos papales del tercer piso del Palacio Apostólico.

El tradicional Corriere della Sera ahondó un poco más en la novelesca historia revelando que 'Paoletto' (también conocido como el "cuervo" de El Vaticano) se convirtió en un agente doble tras ser descubierto, revelando asimismo la identidad de otros "traidores".