Kennedy.
Mucho más que un apellido en la historia de la política estadounidense. Un auténtico mito que está de vuelta en los pasillos del poder en Washington.
El último del clan en resultar elegido en las urnas es Joseph Kennedy III, quien se hizo fácilmente con el escaño congresional por el estado de Massachusetts que dejaba su colega demócrata Barney Frank, convirtiéndose así en el primer miembro de su generación que que alcanza un cargo público.
Kennedy, nieto del fallecido senador Robert F. Kennedy, tenía prácticamente asegurada la victoria sobre el republicano Sean Bielat luego que ganara sin problemas las primarias demócratas de su estado en septiembre. El distrito es sólidamente demócrata y el último republicano electo fue en 1944.
"Todos queremos la oportunidad de mejorar lo que tenemos, de construir una vida de la que podamos estar orgullosos", afirmó a Reuters. "Entré en esta carrera porque, por encima de todo, creo que esa es la promesa que el país nos hace a cada uno de nosotros", añadió.
En medio de las celebraciones de sus seguidores y los miembros del clan familiar de raíces irlandesas en un hotel del barrio de Newton, en Boston, la campaña de Kennedy informó de que había logrado el 62% de los votos, contra el 36% de Bielat, con el 80% de los sufragios computados.
Kennedy, de 31 años, es el último heredero de una de las dinastías más célebres e historiadas de Estados Unidos, que también produjo nombres inmortales como el presidente John F. Kennedy y el senador Edward M. Kennedy.
"Joe Kennedy será fantástico", aseguró el congresista saliente Barney Frank en el acto, celebrado en el mismo lugar en que se casó en julio en una ceremonia gay. "Es un chico muy capaz y comprometido que, además, tiene este apellido, algo que le vendrá bien al distrito. Va a tener mucha influencia", añadió.
Antes de lanzar su candidatura, Kennedy fue fiscal en Massachusetts, sirvió en los Peace Corps -fundados por JFK y trabajó en la última campaña del senador Edward Kennedy.