Un trabajador social y una enfermera fueron detenidos en Carolina del Norte (Estados Unidos), por encadenar a uno de sus cuatro hijos adoptivos al frontis de su casa con un pollo muerto alrededor del cuello.
La pareja, identificada como Dorian Lee Harper y Wanda Sue Larson, ambos de 57 años, dejaron al menor de 11 años en el lugar como medida de castigo, a vista y paciencia de todo aquél que circulara por la calle.
La escena fue descubierta por un agente del condado de la Unión, quien acudió a una casa contigua tras recibir una llamada donde un vecino se quejaba por un animal en su casa.
Minutos más tarde, Harper llegó al lugar y le preguntó al agente qué hacía allí. Un niño del interior de la vivienda abrió la puerta principal y liberó a varios perros que persiguieron al agente hasta su vehículo. Cuando éste regresó con una orden para registrar el inmueble, encontraron un total de cinco niños de 8, 9, 11, 13 y 14 años en el lugar.
A pesar que el resto de los menores no presentaba signos de maltrato, todos fueron trasladados a una casa de acogida, mientras la pareja debió enfrentar cargos por maltrato infantil intencionado, detención ilegal y crueldad animal.
Además, Harper se encuentra detenida bajo una fianza de 500.000 dólares, mientras que la de Larson se ha fijado en 525.000 dólares.
Imagen: informe21.com