Es un puzzle que aún no está completo, pero que amenaza con alcanzar de lleno a la familia Kirchner en Argentina.

Esta vez un posible lavado de dinero, protagonizado por un empresario cercano a la familia de la presidenta Cristina Fernández, mantiene en alerta al país trasandino, que vive, nuevamente un caso de corrupción política.

El escándalo se desató luego que el célebre e incisivo periodista Jorge Lanata denunciara en su programa "Periodismo para Todos" la existencia de una red de lavado de dinero encabezada por Lázaro Báez, un empresario muy cercano al círculo de poder liderado por la familia Kirchner.

La denuncia fue realizada a través de una cámara oculta, en la que el joven empresario Leornado Fariña, quien está casado con la modelo Karina Jelinek, reveló, con el objetivo de blanquear su imagen, una supuesta red de corrupción entre Báez y los Kirchner.

En sus declaraciones, Fariña expuso que el fallecido Néstor Kirchner realizó negocios con Báez, quien sería el líder de la red que sacó más de 160 millones de dólares del país. Ese dinero formaría parte de la fortuna de Lázaro, fortuna construida gracias a negocios con los Kirchner.

Los nexos entre Báez y Kirchner han sido comprobados a través de imágenes y fotografías que muestran al empresario junto a la familia de Cristina Fernández.

Además, en la última edición de su programa, Jorge Lanata reveló que una de las empresas de Lázaro Báez compró un lote de propiedades del fallecido ex mandatario.

"A diez días del 10 de julio de 2005, el directorio de Austral Construcciones aprobó un fideicomiso para un complejo de viviendas para empleados sobre un lote propiedad de Néstor Kirchner", indicó.

Pese a ser grabado dando su testimonio, días después de la publicación de los videos captados con cámaras ocultas, Fariña desmintió sus dichos y dijo que todo había sido ficción.

"Estoy hablando para lavar mi imagen. Lanata quería ficción y yo le di ficción. Todo lo que dije fueron cosas que aparecieron en notas periodísticas a lo largo de estos años. Yo estoy y siempre estuve a derecho. Reproduje todas las cosas que dijeron de mí pero nadie se encargó de investigar", señaló Fariña para intentar lavar su imagen.

Mientras Lázaro también desmintió estar vinculado al lavado de dinero, con cada día que pasa comienzan a parecer nuevas piezas del puzzle que ya unió a los Kirchner con un nuevo caso de corrupción al interior de su gobierno.