El Gobierno español condenó la última matanza de civiles en Siria, la cual dejó un saldo de 200 personas fallecidas y reclamó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que ponga freno a esta violenta situación.
El Ministerioespañol de Asuntos Exteriores —a través de un comunicado— condena en duros términos la brutal masacre que se registró en la localidad siria de Tremseh.
Además, realizó un desesperado llamado de urgencia para que se autorice a la Misión de Supervisión de Naciones Unidas en Siria (UNSMIS), con el motivo de que investigue todo lo que ha ocurrido y pueda establecer responsabilidades ya que "estos actos execrables nodeben quedar impunes".
España también insta a que el régimen de Damasco ponga alto al fuego y al uso de armamento y artillería pesada contra la población civil, al tiempo que los conmina a retirar sus fuerzas de los centros urbanos.