España podría tardar 20 años en volver al nivel de bienestar previo a la crisis económica. Eso asegura Intermón Oxfam, en un informe titulado “Crisis, desigualdad y pobreza”, en el que también han participado otras organizaciones como Médicos del Mundo, Cáritas, Unicef y la red Compañía de Jesús.
El informe alerta que España afronta una década de pérdidas, y que las políticas de austeridad en el país amenazan la universalidad de derechos como la salud y la educación. Con las medidas de austeridad y la especulación sobre la deuda, España entra en una espiral de más crisis, más pobreza y más desigualdad.
Intermón Oxfam insta a España a aprender de las experiencias vividas en América Latina y el Este Asiático en las últimas décadas del siglo XX. La gestión de aquellas crisis muestra que el modelo de austeridad centrado en la reducción del déficit y el saneamiento de la banca, mediante la inyección de fondos públicos financiados a costa de una deuda desorbitada, no genera crecimiento. Las subidas de impuestos y la reducción del gasto en políticas públicas y en prestaciones sociales para financiar esa deuda, tienen unos costes terribles para la sociedad, especialmente dramáticos para los sectores más vulnerables, que se traducen en el aumento del desempleo, la pobreza y la desigualdad.
El informe asegura que las respuestas a las crisis son opciones políticas. Las que no priorizan la justicia social generan más desigualdad y más pobreza. España se encuentra en el punto en el que rectifica o pierde tres generaciones de bienestar, derechos sociales y democracia, para convertirse en una sociedad dual de ricos y pobres.
Intermón Oxfam asegura que de no variar el rumbo, dentro de una década en España -en 2022- el número de personas pobres alcanzaría los 18 millones (un 38% de la población) y el 20% de las personas más ricas en España podrían llegar a ingresar de media 15 veces más que el 20% de las personas más pobres.