Tras el anuncio de Evo Morales de expropiar la filial española de Red Eléctrica Corporación en Bolivia, el ministro de Economía del gobierno de Mariano Rajoy, Luis de Guindos, calificó como "negativa" la medida, pero resaltó que Bolivia se comprometió a compensar a la empresa española.
En una reunión de ministros de Economía de la Unión Europea, el jefe de la cartera señaló que "lo que ha garantizado Bolivia es que se va a compensar a la empresa de los costes invertidos en la red de electricidad, lo cual evidentemente es un elemento que el gobierno español va a vigilar."
Según el político, Evo Morales le habría asegurado "una compensación rápida y adecuada" por la nacionalización, lo que habrían motivado la confianza de España, que enfrentó hace algunas semanas una situación similar con la expropiación de la petrolera Repsol en Argentina.
Luis de Guindos indicó, además, que "este tipo de decisiones no gustan al gobierno español porque creemos que es fundamental mantener la seguridad jurídica en el proceso de inversiones en países como Bolivia", sin embargo, señaló que lo ocurrido en Argentina "son situaciones independientes" y que "son decisiones que son negativas fundamentalmente para los países que las toman, para los gobiernos de los países que las toman."
La Unión Europea, a través de su portavoz de Comercio, John Clancy, expresó su preocupación por la medida y resaltó que "actuaciones como esta envían una señal negativa a los inversores internacionales sobre el clima de negocios e inversión en Bolivia."
Paradójicamente, la decisión tomada por el gobierno de Evo Morales, ocurrió el mismo día en que el presidente de la petrolera Repsol, Antonio Brufau, recibiera elogios de parte del mandatario boliviano, quien lo calificó como "socio estratégico" durante la inauguración de una nueva planta de procesamiento de gas natural en el campo de Margarita, al sur del país, lo que permitirá aumentar las exportaciones del recurso natural hacia Argentina.