39 años privado injustamente de su libertad.
En 1975, Ricky Jackson, un afroamericano del estado de Ohio fue condenado a cadena perpetua por un crimen que nunca cometió. El tribunal del condado de Coyahoga dictó la sentencia basado en un falso testimonio de un adolescente de 12 años.
El crimen consistía en haber golpeado, lanzado ácido y disparado junto a dos hombres a una persona que había ido a cobrar el arriendo de un local.
Al cumplir los 18 años, el joven confesó que había mentido, sin embargo Jackson debió cumplir decenas de años más encerrado. Todo cambió cuando el pasado 4 de diciembre fue liberado por el mismo tribunal que lo había condenado. Su reacción al escuchar el veredicto puedes revisarla en el siguiente video.
Foto: Reuters