El estado de Arkansas ejecutó este jueves su primer recluso en 12 años, tras una prolongada batalla legal que cuestionó aspectos del uso de la pena de muerte en Estados Unidos.
Ledell Lee, de 51 años, fue declarado muerto a las 23:56 hora local en la cámara de ejecución del estado en la prisión de Cummins Unit, dijo un portavoz del Departamento Correccional. Lee no hizo una declaración final.
Lee fue condenado a muerte por la muerte de Debra Reese, a quien asesinó golpéandola con una llave de ruedas en 1993. Familiares de Reese estaban en la prisión y dijeron a los medios que Lee merecía morir por un crimen que destrozó sus vidas.
Los abogados de Lee, que pasó más de 20 años en el pabellón de los condenados a muerte, habían presentado numerosas peticiones en varios tribunales que había puesto el proceso en suspenso antes de que le fue administrada una inyección letal este jueves.
Lee sostuvo su inocencia durante años y estaba buscando pruebas de ADN que sus abogados dijeron podrían demostrar su inocencia.
Él es la primera persona en un grupo de ocho hombres que Arkansas planeaba ejecutar originalmente en 11 días, la mayor cifra de cualquier estado en un período tan corto desde que la Corte Suprema de Estados Unidos restableció la pena de muerte en 1976.
Los tribunales han detenido cuatro de esas ejecuciones.