Hasta el momento, se trataba de una posibilidad más digna de un guión de Hollywood que de la realidad.
De hecho, ya la habíamos visto hace casi dos décadas en la pantalla grande de la mano de James Cameron con "Mentiras verdaderas", el filme en que el espía Arnold Schwarzenegger utilizaba recursos de los servicios secretos para espiar a su esposa, interpretada por Jamie Lee Curtis.
Ahora, al menos una docena de empleados de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, la NSA, han sido sorprendidos utilizando las herramientas de los programas secretos gubernamentales de vigilancia para espiar correos electrónicos o llamadas de sus parejas actuales o pasadas, según las conclusiones del regulador interno del organismo.
En una carta al principal legislador republicano en la Comisión Jurídica del Senado, Charles Grassley, el inspector general de la NSA, general George Ellard, citó 12 ejemplos de "mal uso intencional" de los programas de la agencia desde el 1 de enero del 2003.
Grassley solicitó al regulador interno de la NSA que informara sobre el abuso "intencional y deliberado" de la agencia de vigilancia a medida que las preocupaciones públicas aumentan sobre el alcance de los programas de espionaje del Gobierno.
El inspector general de la NSA, en una carta con fecha del 11 de septiembre, citó 12 investigaciones que hallaron que empleados militares y civiles usaron las herramientas de espionaje de la agencia para buscar correos electrónicos e intervenir llamadas telefónicas de actuales parejas o ex amantes, familiares, tanto extranjeros como estadounidenses.
Una de ellas se refiere a un empleado militar que investigó seis direcciones de correo electrónico de una antigua novia estadounidense, en el mismo día en que obtuvo acceso al sistema de recopilación de datos. Posteriormente testificó que "estaba practicando con el sistema" y que no obtuvo información real.
En al menos seis de los 12 casos, los temas fueron referidos al Departamento de Justicia. En varios casos, los infractores renunciaron o se jubilaron de sus empleos antes de ser castigados.
Los abusos se descubrieron en su mayor parte en las auditorías de la agencia, entrevistas poligráficas o informes propios de los empleados. Sus nombres no fueron dados a conocer.
Después de que el ex empleado de la NSA Edward Snowden divulgara información de que el Gobierno estadounidense recogía muchos más datos de Internet y telefónicos de los usuarios de lo que previamente se sabía, las operaciones de la agencia han sido sumamente examinadas.
Muchos miembros del Congreso y cargos del Gobierno defienden con firmeza los programas de vigilancia de la NSA, que califican de una herramienta clave de defensa contra ataques terroristas, pero defensores de la privacidad dicen que la autoridad de la agencia de espionaje ha crecido hasta ser demasiado generalizada.
Jameel Jaffer, vicedirector legal de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles, dijo que las violaciones a la ley por parte de los empleados de la NSA son probablemente "la punta del iceberg" de las laxas medidas de protección de datos, pero que las normas de la NSA son en primer lugar un tema mayor.
"La mayor preocupación no es con las violaciones deliberadas de la ley sino con lo que la ley misma permite", aseguró.