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¿Guerra?: Cuatro preguntas para entender la tensión entre Estados Unidos y Corea del Norte

Es un conflicto que viene desde los años 50, pero ahora se ha hecho más patente desde la llegada de Donald Trump al poder y tras los últimos ensayos de misiles balísticos de ambos países.

Paz Fernandez

© Foto: AFP

Miércoles 9 de agosto de 2017

¿DE DÓNDE VIENE LA RIVALIDAD?

Las relaciones fallidas entre Estados Unidos y Corea del Norte nunca han sido buenas. Su rivalidad nace en los tiempos en que los norcoreanos logran la independencia de un averiado Japón, tras la Segunda Guerra Mundial .

En un juego político en que participaba el mundo entero para configurarse en dos bloques y mantener la Guerra Fría,  Corea también se dividió en dos: la del Sur adoptó la economía capitalista y con esto el apoyo de Occidente liderado principalmente por Estados Unidos. Mientras, la Corea del Norte se edificó como comunista y pro Unión Soviética.

Foto de 1950 que muestra propaganda anti EE.UU. tomada durante la guerra entre Corea del Norte y Corea del Sur. Foto: AFP.

Es también en la década de los 50 cuando Corea del Norte inicia su programa nuclear. Cuarenta años después la inteligencia estadounidense descubrió que Corea del Norte- gobernada en esos momento por Kim Il-Sung- trabajaba en procesar Plutonio, por tanto estaba violando el Tratado de No Proliferación Nuclear.

El entonces presidente Bill Clinton negoció una serie de compensaciones económicas a cambio de congelar la producción, pero el acuerdo duró hasta 2003 cuando el país asiático abandonó definitivamente el pacto.

Foto: AFP.

¿ES PEOR EL CONFLICTO CON TRUMP?

Pareciera ser que desde que Donald Trump está en la presidencia las cosas se han puesto más tensas, sobre todo a partir de julio pasado, cuando Pyongyang lanzó dos pruebas de misiles balísticos intercontinentales, supuestamente capaces de llegar hasta las tierras de EE.UU.

El 29 de julio se mostraba en plazas pública de Pyongyang  una de las pruebas de misil. Foto: AFP.

El Dr. en Estudios Americanos y analista internacional de la U. Mayor Rodrigo Álvarez, comenta que a partir de Trump "más que incrementarse la tensión se ha transparentado, es decir, es una tensión que ha estado latente desde la década del 50, pero toda la segunda mitad del siglo XX estuvo supeditada bajo la lógica de la Guerra Fría".

"Luego viene un periodo de transición en que las tensiones siguen existiendo pero se manejan a nivel político, hasta la llegada de Trump con un cambio de política exterior, mucho más directo, mucho más confrontacional", lo que causa que en la comunicación entre ambos países exista menos influencia de terceros, como antes lo había de China y Rusia.

El 2 de agosto Estados Unidos probó el misil intercontinental Minuteman III, cuyo alcance de 13.000 kilómetros tiene la capacidad de llevar ojivas nucleares. El hecho se interpretó como una clara respuesta de poder frente a Kim Jong-Un que había realizado el ensayo de un arma similar el viernes anterior.

 

¿POR QUÉ LA GUERRA RESULTARÍA UN PÉSIMO NEGOCIO PARA LOS INVOLUCRADOS?

Probablemente una de las predicciones más atemorizantes que se manejan respecto a este conflicto, es el comienzo de una guerra. Una que no sería pequeña y por ningún motivo incluiría sólo a dos pueblos.

Foto: AFP.

"No es factible pensar en una confrontación directa en la península sin que esto tenga resultados globales", comenta el doctor Álvarez,  "si bien ha trascendido que Trump ha pedido a personal de la CIA que haga un escenario con un posible conflicto, también es cierto que las consecuencia de una confrontación de carácter militar convencional (no nuclear) podría tener consecuencias insospechadas".

Es decir, la guerra no le conviene a nadie. 

En los países cercanos como Rusia, China, Japón y Corea del Sur temen a una migración masiva en caso de conflicto armado. Incluso se habla, aunque sin confirmación, de tropas chinas en la frontera, que podrían actuar conteniendo el proceso migratorio o entrando a Corea del Norte para restablecer el control y la estabilidad.

 

La  economía es una preocupación paralela a lo que sería un conflicto catastrófico a nivel humanitario, pero no menos relevante si se considera que por esa zona del mar de China pasan al año cinco trillones de dólares en comercio.

"Proyectar un conflicto armado no sería un problema bilateral ni regional, sino mundial y por eso no es llegar e intervenir, esa es la razón por la cual Estados Unidos no lo ha hecho", indica el analista.

Los expertos visualizan otra posibilidad para zanjar el asunto. "Una acción que permita un cambio de gobierno en Corea del Norte, pero todo indica que EE.UU. no tiene completa claridad del efecto que eso podría tener. Por un lado puedes generar la caída de Kin Jong- Un pero no sabes quién lo reemplazaría", sentencia Rodrigo Álvarez.

¿QUÉ DICE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL?

Mover las piezas del ajedrez a su conveniencia es algo en lo que Estados Unidos tiene experiencia, sin embargo el tablero no se ve tan expedito esta vez.

Aunque en el llamado grupo de los 6 (Rusia, Japón, China, Corea del Norte, Corea del Sur y Estados Unidos)no tuvieron éxito y el ex presidente Barack Obama siguió las conversaciones diplomáticas sobre el conflicto mayormente con Rusia y China, "los actores que históricamente han jugado un rol no desean perder su participación en esta fórmula", indica Álvarez.

El 5 de agosto el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó nuevas sanciones económicas sobre Corea del Norte por las continuas pruebas de misiles balísticos.

 

Foto: AFP.

El castigo consiste en prohibir las exportaciones de Kim Jong-Un y en limitar las inversiones en el país.

En pocas horas se hizo saber la respuesta de la República Popular Democrática de Corea, asegurando que la venganza contra Estados Unidos "será mil veces más grande".

"El día en que Estados Unidos se atreva a provocar a nuestra nación con armas nucleares o con sanciones, el territorio estadounidense será sumergido en un inimaginable mar de fuego”, dijo la administración norcoreana en un diario oficial.

Trump, por su parte, respondió que Corea del Norte "se encontrará con un fuego y una furia que el mundo jamás ha visto" si vuelve a amenazar a Estados Unidos.

El pasado 8 de agosto, un portavoz del Ejército Popular Coreano advirtió que el plan de ataque será "puesto en práctica en cualquier momento", una vez que el líder Kim Jogn -Un tome la decisión. El objetivo también fue revelado, se trataría de las isla Guam en el Océano Pacífico, según la agencia surcoerana Yonhap.

Estados Unidos traslado a dos bombarderos B-1B de la Fuerza Aérea y se encontrarían listos para reaccionar ante cualquier agresión.