A través de la web del diario vasco Gara, ETA anunció “consecuencias negativas” por la “actitud obstaculizadora” del Gobierno español, que se habría negado a sentarse a dialogar un proceso de paz con representantes de la banda terrorista en Oslo, Noruega.
La comisión negociadora etarra, formada por José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, David Pla e Iratxe Sorzábal, ha estado durante meses en la capital Noruega, hasta su reciente expulsión, según asegura el diario El País.
El ejecutivo español no ha dado ningún paso para avanzar en las negociaciones, desde que ETA anunciara el cese definitivo de la violencia en octubre de 2011.
La banda pide cambios en materia de política penitenciaria, antes de comenzar a hablar del desarme. En el comunicado aseguran que del desarme sólo se hablará dentro de un “espacio de diálogo”.
Los últimos comunicados de los terroristas ya criticaban a los Gobiernos francés y español por los escasos avances en la “resolución de conflicto”. Pero este nuevo comunicado tiene un claro sentido amenazador, al afirmar que “la disolución del espacio de diálogo constituye un paso atrás muy claro y traerá consecuencias negativas, ya que dificulta y retrasa la resolución de conflicto”.
Aunque en el propio comunicado, tras anunciar las “consecuencias negativas”, la banda afirma, rebajando nuevamente el tono, que “seguirá trabajando por construir una resolución definitiva y que mantendrá activa la representación que ha designado. No cederemos ante las dificultades, porque Euskal Herria merece y necesita la paz y la libertad”, concluyen.
El presidente de España, Mariano Rajoy, se encontraba en París junto con su homólogo francés, François Hollande, tratando del rescate de Chipre y viendo el encuentro de fútbol que ambos países disputaban en el marco de las clasificatorias al Mundial, cuando se hizo público el comunicado.
“Las consecuencias positivas vendrán cuando ETA anuncie su disolución como banda terrorista, ya que eso hará también mucho bien a los derechos individuales de cada una de las personas”.
Ante la ausencia de Rajoy, en España fue el Ministerio del Interior el encargado de contestar el anuncio de ETA.
“El único comunicado que esperamos de ETA es el que anuncie su disolución incondicional. Todo lo demás son los mismos delirios de siempre y no merecen comentarios”, señaló un portavoz del Gobierno español.