Al menos 22 personas resultaron muertas tras la explosión de un oleoducto en la ciudad de Qingdao, en el este de China.
La explosión ocurrió en uno de los más grandes terminales de distribución petrolera del país asiático, provocando un gigantesco incendio.
De acuerdo a Euronews, el accidente habría sucedido mientras trabajadores intentaban reparar filtraciones en las tuberías subterráneas de la compañía Sinopec, una de las dos principales empresas refinadoras de crudo de la región.
La explosión provocó un gran cráter, esparciendo escombros y otros materiales a cientos de metros de distancia.
La ciudad es uno de los mayores terminales de importación de crudo en la región y, además de Sinopec, abastece a Qilu Petrochemical y otras más pequeñas.
El gobierno chino ha hecho un llamado a mantener la calma descartando un ataque terrorista.
El terminal marítimo de la ciudad fue cerrado tras el siniestro y los buques se alejaron de manera preventiva. El tráfico ha sido desviado en la zona del accidente para permitir un acceso más rápido de los vehículos de emergencia al lugar.
Foto: Reuters