El terremoto de magnitud 7,7 que sacudió ayer martes el suroeste de Pakistán dejó al menos 200 muertos, según un balance dado a conocer por autoridades locales este miércoles.
Los equipos de rescate están intentando llegar a la zona afectada, cerca de la localidad de Awarán en la provincia de Baluchistán, donde el fuerte movimiento sísmico destruyó numerosas viviendas.
El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, actualmente en Nueva York en la Asamblea General de Naciones Unidas, presentó sus condolencias a las familias de las víctimas y pidió al ejército no ahorrar esfuerzos en ayudar a la población afectada, según un comunicado de sus servicios de prensa.
Los temblores del sismo, que se produjo a las 16:29 hora local del martes (08:29 en Chile), se sintieron en otras zonas de Pakistán, como Karachi, e incluso en la capital de India, Nueva Delhi.
Además, el movimiento de la tierra no sólo causó destrucción y muertes: producto de la intensidad surgió una pequeña isla en pleno mar Arábigo.
El Gobierno pakistaní informó que la isla se eleva entre seis a doce metros sobre el nivel del mar, y que su ancho es de aproximadamente 30 metros frente al puerto de Gwadar.
Las imágenes de la elevación rocosa rápidamente circularon por las redes sociales causando asombro y desconcierto entre las personas.