Escenas de dolor se vivieron este viernes cuando centenares de personas despidieron a las tres jóvenes fallecidas en medio de una avalancha humana en la fiesta de Halloween celebrada en el Madrid Arena, en España.
Rocío Oña, Cristina Arce y Katia Esteban quedaron atrapadas entre la multitud que repletó el recinto, presuntamente por sobreventa de entradas y escaso control de seguridad que permitió el ingreso de personas sin pagar.
Una flor blanca adornó el féretro dentro de la carroza fúnebre que llevó los restos de Katia y una morada los de Rocío. En tanto, el cuerpo de Cristina fue incinerado.
Las escenas en las tres despedidas fueron de profundo dolor. Familiares y amigos en profundo silencio quebrado sólo por los aplausos con los que dieron el último adiós a las jóvenes.
La policía sigue estudiando las causas del trágico incidente y ya adelanta que al menos tres variables se juntaron para provocar el caos: el encuentro de dos grupos de personas en un mismo pasillo, la entrada sin control de cientos de jóvenes y el disparo de una bengala.
En tanto, el Ayuntamiento (alcaldía) de Madrid ha informado que podría tomar acciones legales de confirmarse que la información entregada por la empresa organizadora del evento, Diviertt, es falsa.
Por ahora ha dicho que se habían vendido 9.060 entradas de un total de 10.600 localidades autorizadas. Sin embargo, un miembro de la organización aseguró que se vendieron casi 20.000 tickets, el doble del aforo permitido.