Tras 17 años sin liderar un gobierno, la izquierda vuelve a gobernar Francia de la mano del socialista François Hollande, quien, según los últimos sondeos oficiales, obtuvo el 51,9% de los votos dejando atrás a Nicolás Sarkozy, quién logró el 48% de las preferencias.
Mientras cientos de personas ya han salido a las calles para celebrar la victoria socialista, Sarkozy aceptó su derrota en medio de un multitudinario acto en el que sus adherentes le brindaron su apoyo. El actual presidente galo dijo "traté de hacer lo mejor para proteger al pueblo francés y quisiera agradecer a los miles de franceses que votaron por mi. Hice todo lo que pude por hacerles entender que las ideas que nosotros planteábamos eran las correctas, pero no pude convencer a la mayoría."
Admitió, además que era "el único responsable de esta derrota". Un convencido Sarkozy, expresó que "con el tiempo construimos un lazo que nunca se romperá y me gustaría decirles que nunca podré devolverles lo que ustedes me han dado"
Hollande, que durante meses superó al saliente Sarkozy en los sondeos de opinión, se apresta a convertirse en el primer presidente socialista de Francia desde que Francois Mitterrand dejó en poder en 1995.