El gobierno de Evo Morales expresó su preocupación ante la posibilidad de que se esté generando un golpe de Estado en el país. Esto, a raíz de la protesta de policías que ya completan tres días amotinados en la sede de Inteligencia y el Tribunal disciplinario.
La ministra de Comunicación, Amanda Dávila, declaró que las señales de violencia que se vieron en las manifestaciones de los últimos días "podrían estar constituyendo un escenario de golpe". Los agentes de la policía, en tanto, han negado tener vínculos políticos o intenciones de derrocar al mandatario y aseguran que sólo buscan una reivindicación económica.
Además de mejoras salariales, la policía, está exigiendo una jubilación con el 100% del sueldo, la derogación de una ley de régimen disciplinario y la creación de una defensoría del policía.
El creciente temor del Gobierno boliviano, se ve reforzado, además, por la llegada a La Paz de un grupo de nativos amazónicos que defienden el parque Tipnis.