El gobierno griego concretó el cierre del canal de televisión y radioemisión estatal ERT, desencadenando una nueva crisis que tiene a gran parte de los medios de comunicación helenos en paro.
El cese de las funciones de más de 2.500 funcionarios se dio esa misma noche y pusieron fin, de esta manera, a 75 años de historia de la señal pública en Grecia. A modo de solidaridad, los periodistas del extinto canal fueron apoyados por el gremio de reporteros del país.
Es así como desde las 6 de la mañana de este miércoles, ningún canal de televisión o radioemisora está emitiendo noticias. Del mismo modo, no se imprimieron periódicos. "Haremos huelga hasta que el gobierno dé marcha atrás", expresó Dimitris Trmis, presidente de la Asociación de Redactores de Periódicos de Atenas.
Por su parte, los empleados de la cadena de televisión y radio ERT, se encuentran atrincherados en un estudio en el edificio central del canal, mientras que en el exterior miles de ciudadanos se manifiestan en contra de la medida de cierre tomada por el Gobierno. Esta se concretó la noche del martes 11, cuando el ministerio de Finanzas de Grecia fue apagando, una a una, las señales.
El gobierno griego tomó esta decisión dado que los costos de mantención de ERT eran demasiado altos, alcanzando los 300 millones de euros. Una medida que, según el plan de la administración central, es suspender sus transmisiones durante unos meses para reabrir la señal con un nuevo proyecto y con una planta que no sobrepase los mil trabajadores.
Todo esto, en medio de la profunda crisis que atraviesa el país griego y que va en la misma línea exigida por la troika europea (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) consistente en recortar sus gastos fiscales para sostener las acreencias solicitadas a las entidades financieras.