Luego que la Misión de Supervisión de Naciones Unidas (UNSMIS) decidiera suspender sus operaciones en Siria, el gobierno del presidente Bashar Al-Assad reaccionó y señaló que "comprende" la decisión de los funcionarios del organismo internacional.
"Le hemos dicho al general (Robert) Mood (jefe de la misión de la ONU) que entendemos la decisión que se ha tomado, en particular en lo referente a salvaguardar la seguridad de los observadores", señaló en un comunicado el Ministerio de Asuntos Exteriores.
La misión es constituida por cerca de 300 observadores militares cuya función es comprobar el cumplimiento del alto el fuego previsto en el plan de paz propuesto por el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, y se encontraba activa desde el12 de abril.