El Consejo de Seguridad de la ONU arribó durante esta jornada a Siria con un objetivo claro: tirarle las orejas a Bashar Al Asad, quien a pesar de las intervenciones internacionales continúa haciendo lo que quiere. Mientras el dictador asegura haber retirado las tropas de algunas provincias del país, la oposición denuncia que hoy ya han muerto 27 personas, entre ellos tres niños.
A pesar del compromiso tomado con el mediador de la ONU, Kofi Annan, las tropas de Asad han insistido en la violencia y este jueves atacaron la localidad de Duma, a sólo 12 kilómetros de Damasco. Fuentes opositoras denunciaron que hubo fuertes choques con el ejército, que aumentaron las cifras de muertos a más de 500 desde que Bashar Al Asad acordó detener la violencia.
Representantes occidentales del Consejo de Seguridad de la ONU ya están en Siria para exigir al régimen que cumpla sus promesas. En un comunicado señalaron que "El Consejo de Seguridad hace un llamamiento al Gobierno de Siria para que cumpla de forma urgente y visible con sus compromisos de... a) reducir los movimientos de tropas en los centros de población, b) acabar con el uso de armamento pesado en esos centros, y c) comenzar la retirada de concentraciones militares en zonas de población y los cumpla en su integridad no más tarde del 10 de abril.”
Este lunes Damasco anunció a través de una carta que se compromete a retirar las tropas de los centros de población el próximo 10 de abril, para hacer un alto al fuego 48 horas después.