Un grupo ligado a Al Qaeda mantiene secuestradas a 41 personas extranjeras tras una incursión a un campo de gas del sur de Argelia, en represalia por el uso del espacio aéreo de ese país por parte de Francia para atacar Mali. Durante la toma de la planta, habrían fallecido dos operarios.
Entre los secuestrados se encuentran siete ciudadanos estadounidenses.
El Departamento de Estado de Estados Unidos confirmó la existencia de estos ciudadanos y afirmó que Hilary Clinton ya se puso en contacto con el primer ministro argelino, Abdelmalek Sellal, para conocer la situación, según informa Reuters.
Por otro lado, el primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, ha señalado que son 13 sus ciudadanos raptados.
Dahou Ould Kablia, ministro de Interior argelino, también ha asegurado que los secuestradores "no han llegado de Malí ni de Libia" y ha señalado que los dos muertos en el ataque son un argelino y un británico.
Los terroristas han pedido el fin de la intervención militar, y que se les permita abandonar el país con los rehenes, ha informado el ministro de Interior argelino a la televisión pública. Argel, ha añadido, rechaza la petición y tiene a los secuestradores "rodeados".
La agencia mauritana independiente ANI ha informado de que los secuestradores han colocado minas alrededor de la planta. Al parecer, entre los 41 occidentales hay 13 noruegos, dos franceses, y también ciudadanos británicos, japoneses y estadounidenses.
Además de los extranjeros, 150 empleados argelinos están retenidos en las instalaciones, por las que se les permite moverse con libertad, a diferencia de los extranjeros que han sido encerrados