Irán podría lanzar atentados contra bases de Estados Unidos en Oriente Medio en respuesta a un ataque de Israel contra sus instalaciones nucleares, dijo el lunes el líder del grupo militante Hezbolá, considerado terrorista por Occidente y respaldado por la República Islámica.
"Una decisión ha sido tomada para responder y la respuesta será muy grande", dijo Sayed Hasan Nasralá en una entrevista con la televisión Al Mayadeen, que tiene sede en Beirut (Líbano).
"La respuesta no sólo será dentro de la entidad israelí: las bases estadounidenses en toda la región podrían ser blancos iraníes", agregó. "Si Irán es blanco de Israel, Estados Unidos cargará con la responsabilidad", sostuvo.
La intensificada retórica israelí sobre las instalaciones nucleares de Teherán, que Occidente dice podrían ser parte de un programa de armas, han creado especulaciones de un posible ataque antes de las elecciones estadounidenses en noviembre.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, instó el domingo a las potencias mundiales a fijar una "clara línea roja" para convencer a Irán de que impedirán que la República Islámica obtenga armas nucleares.
Israel, que poseería el único arsenal nuclear de Oriente Medio, considera al programa de Irán como una amenaza a su dominio regional y a su propia existencia. Teherán dice que sus tareas nucleares sólo tienen fines pacíficos.
Pero el gabinete de Netanyahu está dividido sobre la prudencia de un ataque contra Irán, y funcionarios israelíes han dado fuertes señales de un cambio de estrategia.
Bajo el nuevo enfoque, Netanyahu dejaría de lado las amenazas de un ataque a cambio de un compromiso público de apoyo más evidente del presidente Barack Obama, con condiciones que motivarían acciones de Estados Unidos en el futuro.
Nasralá dijo que en Israel hay divisiones sobre un ataque a las instalaciones nucleares de Irán. "Personalmente no espero que el enemigo israelí (lance) un ataque a la República Islámica de Irán, al menos en los próximos meses o el futuro cercano", remarcó.
El líder de Hezbolá apuntó a la fragilidad de la economía mundial, que sería debilitada aún más por cualquier aumento brusco de los precios del petróleo derivado de un conflicto en el Golfo Pérsico, y a las posibles bajas israelíes en cualquier guerra con Irán.
"Netanyahu y (el ministro de Defensa Ehud) Barak inflan el beneficio y reducen los costos", dijo, refiriéndose a las estimaciones de que Israel podría sufrir hasta 500 bajas en cualquier conflicto que busque terminar con las instalaciones nucleares de Irán.
Las guerrillas de Hezbolá libraron una guerra de 34 días con Israel hace seis años en la que murieron 1.200 personas en Líbano, en su mayoría civiles, y 160 personas en Israel, principalmente soldados.
Una guerra con Irán sería más letal, dijo Nasralá. "Nosotros no sabemos qué ocurrirá en la región", sostuvo.
Sin armas químicas
Nasralá reiteró la advertencia que realizó el mes pasado sobre que Hezbolá podría provocar una destrucción generalizada si vuelve a entrar en conflicto con Israel, pero negó que el movimiento político y guerrillero chií vaya a usar armas químicas.
"Nosotros no tenemos armas químicas y no usaremos armas químicas", declaró Nasralá. "El uso de armas químicas está prohibido, para nosotros eso es absoluto", agregó.
Agencia Reuters