Dos aviones con restos mortales de varias de las víctimas del vuelo MH17 derribado el pasado jueves en Ucrania arribaron a la base militar holandesa próxima a la ciudad de Eindhoven, en el sur del país.
Uno de los aparatos, un Hércules C130 de las fuerzas armadas holandesas, transportaba 16 féretros. Otros 24 han llegado a bordo de un Globemaster C17 de origen australiano. Todos ellos fueron recibidos por la guardia nacional holandesa.
En el aeródromo esperaban varios familiares y amigos junto con los reyes de Holanda, Guillermo Alejandro y Máxima, el primer ministro del país, Mark Rutte, autoridades australianas y el príncipe Lorenzo de Bélgica, de donde son 5 de las víctimas.
Durante los próximos días se espera la llegada de más cuerpos procedentes de la base ucraniana de Jarkov. De los 298 fallecidos, 193 eran ciudadanos holandeses y 27 eran australianos.