Un hombre, identificado como DuBoise en 1983 fue acusado de violar y luego matar a una joven en Tampa, Florida. Tras esto, el acusado fue hallado culpable debido a que un kit de violación fue dado por perdido el mismo año que ocurrieron los hechos.
El hombre de 55 años, saldrá en libertad este jueves luego de estar 37 años encerrado en la Institución Correccional Hardee, debido a que fue encontrado un kit que contenía ADN. Al ser comparado el ADN de DuBoise con las otras dos muestras anteriormente perdidas, se detalló que esta no coincide con ninguna.
Tras hacerse pública esta información, el hombre que pasó 37 años de su vida tras las rejas será puesto en libertad. El fiscal a cargo de la investigación, Andrew Warren se disculpó públicamente con el Señor DuBoisee en nombre de todo el sistema judicial de su país.
Además, Warren formó un equipo especial para indagar este tipo de casos, además de admitir que DuBoisee “fue condenado injustamente”, tras realizar una investigación aproximada de un año.
"La familia de la víctima, Barbara Grams, merece tener la verdad, y esta nueva evidencia ayuda a revelar esa verdad a todos nosotros", dijo el fiscal.
La oficina del fiscal indicó que en 1983 las pruebas forenses de ADN no estaban suficientemente avanzadas, por lo que los kit de violación eran almacenados. Agregó que el Kit perdido de este caso en particular, fue encontrado este mes con las muestras de ADN intactas en una Oficina del Médico Forense de Hillsborough.
Además de que la muestra de ADN del condenado no coincidiera con ninguna de las otros dos hombres, la fiscalía reconoció que las pruebas que fueron utilizadas para condenarlo durante el juicio fueron “muy limitadas y poco fiables”.
La única evidencia física que se mostró durante el juicio que colocaba al acusado en la escena del crimen fue por una marca supuestamente de mordida que estaba en el rostro de la joven fallecida, que según un experto coincidia con DuBoise.
La comunidad científica actualmente considera que la evidencia con marcas de mordida no es confiable para identificar a los perpetradores en casos criminales como este, y un experto actual ha determinado que la lesión no fue, de hecho, una marca de mordida.
"A pesar de todas las salvaguardas en nuestro sistema, cuando la ciencia nos dice que hemos condenado a la persona equivocada, debemos escuchar y actuar", dijo Warren.
"Las condenas erróneas erosionan los cimientos de nuestro sistema judicial. Durante 37 años, hemos tenido a un hombre inocente encerrado en prisión, mientras que el verdadero perpetrador nunca fue responsabilizado por este crimen atroz", se lamentó.