Darren Peñaredondo, un joven de 28 años, falleció al ser castigado con 300 sentadillas tras incumplir el toque de queda impuesto por el gobierno de Filipinas.
De acuerdo a lo informado por The Guardian, el fallecido salió de su hogar alrededor de las 18:00 de la tarde para comprar suministros en un almacén, hora en la que comienza el toque de queda en la provincia filipina de Cavite.
Por esta razón, fue detenido junto a otras personas, siendo obligaron a realizar el ejercicio como forma de castigo.
Según relató a través de su cuenta de Facebook la esposa del filipino, Reichelyn Balce,,en un comienzo eran solo 100 sentadillas, pero al no estar sincronizadas con el resto de los detenidos, el número de dichas sentadillas aumentó a 300.
"Me contó que los llevaron a la plaza Malabon, frente al salón municipal. Luego, les dijeron que hicieran 100 sentadillas. La policía también les advirtió que, si no estaban sincronizados, repetirían el ejercicio", relató.
Al volver a casa, el hombre presentó dolor en sus rodillas y en la zona de los muslos, malestares que persistieron con el paso de los días.
"Luchó por caminar, se arrastraba por el piso y le costaba levantarse. Cuando pidió ayuda para ir al baño, empezó a tener convulsiones, su rostro se puso violeta y su corazón dejó de latir", sostuvo la esposa.
Si bien el joven fue traslado de urgencias, aún no se ha informado lo que pudo haber ocasionado su repentina muerte.