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Hombre postrado desde 2004 pedirá eutanasia "si en algún momento no soporto más el dolor"

Rafael Bonilla, de 36 años, sufrió un accidente automovilístico que lo dejó paralizado a los 19 años.

24Horas.cl Tvn

© Reuters

Jueves 11 de noviembre de 2021

Paralizado desde cuello hasta la punta de los pies tras sufrir un accidente automovilístico a los 19 años quedó el español Rafael Botella, quien actualmente tiene 36.

Botella pensó en terminar con su vida cuando el dolor agonizante lo confinó en su cama. Aunque desde entonces ha cambiado de opinión, quería tener la opción de hacerlo legalmente.

 

A pesar de la oposición de la derecha política y los grupos religiosos, una vez promulgada la ley, España se convirtió en el cuarto país de la Unión Europea en legalizar la eutanasia después de Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos. 

"Si por alguna razón alguien está cansado de vivir, nadie tiene el poder de decirle 'no, vas a vivir porque mis votantes o mi ideología dicen lo contrario'”, dijo Botella a Reuters.

Antes de que levantarse de la cama se volviera demasiado doloroso, llevó un estilo de vida activo, practicando paracaidismo, parapente y yendo a festivales de música en el extranjero en su silla de ruedas.

 

“Disfruté de la vida. (El accidente) me quitó el movimiento, pero me dio tiempo para hacer cosas que nunca podría haber hecho de otra manera ”, como visitar un equipo de carreras de motos antes de una edición de MotoGP, dijo.

Cuando el dolor se hizo insoportable, buscó la ayuda de la Asociación Española por el Derecho a Morir con Dignidad, que lo convenció de probar diferentes soluciones médicas y mantenerse ocupado con los proyectos.

"Tengo un dolor muy potente en el estómago que, a veces, hasta me cuesta respirar. El dolor afecta a toda la parte del cuerpo en la que no tengo sensibilidad, desde los hombros hasta los pies. Es muy cansador. Es todo el día. El dolor es constante, está siempre. No puedes olvidarlo nunca", indicó a Clarín.

 

Sin embargo, señaló que "la eutanasia es algo que tengo en mente. Es la bala en la recámara. Te acostumbras a vivir con dolor de una manera indigna, porque está siempre ahí. Cuando se apagan las luces y se cierran las puertas. Cuando te despiertas, ya te despiertas con él. Es algo constante y que da mucho pesar. Por eso la eutanasia es tener una posibilidad aunque, por el momento, no la quiero usar".

"Es un alivio saber que si en algún momento no puedo soportar más el dolor, no voy a sufrir más de lo que yo decida. Me alivia saber que no voy a tener que estar esperando años sufriendo y litigando sino que lo voy a tener al alcance de la mano", indicó.

Su historia fue llevada a la pantalla en la película ganadora del Oscar de 2004 "The Sea Inside".

24Horas.cl con información de Reuters.