El mayor de los hermanos mexicanos Arellano Félix, una familia que por años encabezó un sanguinario cartel del narcotráfico en el país, fue asesinado a tiros en la turística ciudad de Los Cabos, México, por un desconocido, dijeron el sábado autoridades.
Francisco Rafael Arellano Félix, quien en el 2008 regresó a México tras cumplir una condena por narcotráfico en Estados Unidos, participaba en una fiesta la noche del viernes cuando fue abatido por un pistolero que según medios locales iba disfrazado de payaso.
El pistolero, junto con otros dos hombres, habría logrado escapar.
El mexicano de 63 años era uno de los antiguos jefes del cártel que llevaba el nombre de su familia, pero tras su regreso a México estaba en libertad, sin condenas ni casos pendientes.
Tres de sus hermanos, Eduardo, Benjamín y Francisco Javier, cumplen actualmente prolongadas sentencias de prisión por tráfico de drogas en Estados Unidos.
Otro hermano, Ramón Arellano Félix, de quien se dice era el sicario de la organización, murió en un tiroteo con la policía en el 2002.
La Procuraduría de Justicia del estado de Baja California Sur, donde está el célebre destino playero de Los Cabos, confirmó la muerte en un comunicado.
La organización de los Arellano Félix controló el tráfico de drogas desde su base en Tijuana, en la frontera con Estados Unidos, entre 1986 y el 2002.
En la cúspide de su poder en la década de 1990, el cártel contrabandeó cientos de millones de dólares en narcóticos a través de un corredor que abarcaba desde Tijuana a Mexicali, al sur de Calexico, en California.
El fallecido era el jefe del grupo, también conocido como el cártel de Tijuana, cuando fue arrestado en 1993 en México y condenado a 11 años de prisión por posesión de drogas y armas ilegales. En septiembre del 2006 fue extraditado a Estados Unidos.
Agencia Reuters