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Impacto genera foto de niño huyendo por el desierto

La historia de Marwan ha dado la vuelta al mundo. El pequeño fue encontrado por el organismo para refugiados, ACNUR, cruzando la frontera entre Jordania y Siria.

Fernando Jimenez

Lunes 17 de febrero de 2014

Las cruentas revueltas que tienen lugar en Siria han dado espacio para historias como la siguiente. En medio del intenso calor y el peligro que implica la frontera con Jordania, fue encontrado el pequeño Marwan, de cuatro años, quien viajaba con una bolsa de plástico y en busca de su familia.

Su estado fue captado en una imagen tomada por Andrew Harper, representante del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), quien la subió a su cuenta en Twitter y rápidamente comenzó a viralizarse.

La instantánea muestra a un niño caminando solo en el desierto, con una bolsa de plástico como única posesión. Está rodeado por cuatro funcionarios del ACNUR

Si bien se estima por fotos siguientes que Marwan no viajaba en soledad, la imagen deja entrever la triste realidad de cientos de menores huérfanos quienes día a día comienzan eternos peregrinajes por el desierto en busca de alguna familia.

Cada día llegan a Jordania y Líbano niños sin padres procedentes de Siria. A finales de 2013, ACNUR había registrado 1.320 menores no acompañados en Jordania y 2.440 en el Líbano.

"Sus padres pueden estar muertos o detenidos, o bien han enviado a sus niños solos al exilio porque no tienen dinero para pagar la travesía o porque ellos no pueden salir. Otros niños se pierden en la confusión de la huida", cuenta a El Mundo María Jesús Vega, portavoz de ACNUR España.

"También suelen llegar familias encabezadas por menores, por niños de entre 12 y 15 años, acompañando a sus hermanos pequeños", añade Vega. "Estos niños son especialmente vulnerables, necesitan atención especializada", precisa. ACNUR los registra, identifica y les busca una familia de acogida.

 "Muchos terminan reunificándose con sus familias", explica la portavoz de ACNUR. Gracias a la tecnología, con ayuda de los teléfonos móviles y las bases de datos, por medio de las que se difunden sus fotos, niños como Marwan no desaparecen.