Uno de los dos sospechosos del atentado que la semana pasada acabó con la vida del militar Lee Rigby en Londres, Michael Adebowale, ha sido imputado formalmente por el asesinato de este uniformado en un tribunal de la capital británica.
Adebowale y el otro sospechoso del crimen, Michael Adebolajo, fueron abatidos a tiros por la Policía minutos después de que acabaran a cuchilladas con la vida del militar del Regimiento Real de Fusileros en el barrio de Woolwich, en el sureste de Londres, y luego uno de ellos justificara ante los transeúntes su actuación.
Tras recibir el alta médica el martes y después de haber pasado la noche en una comisaría, Adebowale ha comparecido esposado, con un vendaje en una mano y escoltado por oficiales de Policía ante un tribunal de Westminster. El sospechoso, de 22 años, ha confirmado su identidad y domicilio y se le han leído los cargos que se le imputan. Su caso ha sido trasladado a un tribunal de Old Bailey, en el que tendrá que comparecer el próximo lunes, 3 de junio.
Adebowale ha llegado al tribunal en un furgón policial en medio de un amplio dispositivo de seguridad. El otro sospechoso, Michael Adebolajo, continúa ingresado en un centro hospitalario, bajo custodia policial, recuperándose de las heridas sufridas por los disparos de la Policía el 22 de mayo.
Tanto Adebowale como Adebolajo aparecen en varios vídeos grabados por transeúntes en los que Adebolajo, con las manos llenas de sangre y con dos cuchillos, justifica el asesinato porque se trata de un militar británico que ha matado a musulmanes.
La imputación de Adebowale llega después de que el miércoles un examen forense del cadáver de Lee Rigby confirmara que murió por las "múltiples heridas incisas" sufridas en el ataque perpetrado a escasos metros del cuartel en el que estaba destinado.