Unos 950 bomberos tuvieron que trabajar toda la noche para intentar contener el incendio forestal que no da tregua en el Sur de California, en las cercanías de la ciudad de Los Ángeles.
Se estima que sólo un 20% del fuego ha sido controlado y que recién el lunes podría apagarse completamente las llamas.
A pesar de que el viento ha disminuido, el tamaño del terreno afectado se ha triplicado en las últimas 24 horas y por eso se trabaja desde aire y tierra para evitar el avance de las gigantescas llamas.
Ya son 111 kilómetros cuadrados que se han sido azotados por el fuego y unos 4000 mil hogares siguen evacuados.